Los recortes llegan a las ambulancias

        Hoy saliendo del cole me he encontrado con una situación bastante desagradable.

        No sé si soléis pasear por Echegaray, pero si habéis pasado por allí últimamente supongo que os habréis dado cuenta del estado en el que están las aceras; una levantada, otra hundida... en algunos tramos más que otros. La verdad es que no es algo exclusivo de esa zona, que hay aceras en mucho peor estado (por ejemplo donde el Paraninfo pese a estar en pleno Centro y que ocurría mucho antes de las obras del dichoso tranvía), pero una cosa no quita la otra... Bueno, una señora en una de esas baldosas se ha caído y se ha hecho bastante daño; aunque no sabría decir si es en alguna de las levantadas o de las hundidas...

         La verdad es que no se ha abierto la cabeza ni nada excesivamente escandaloso, pero se ha debido romper el húmero, estaba mareada y muy dolorida. Bien, hemos llamado a una ambulancia pues no podía ni moverse y ha tardado 25 minutos. Yo que no me he acercado ni al cole a buscar algo para que se apoyase porque pensaba que estaba allí mismo. Es una vergüenza el rato que hemos estado allí esperando, yo pensaba que le iba a dar alguna subida o bajada de azúcar y se montaba gorda. Menos mal que ha llegado la ambulancia, eso sí, no medicalizada así que entre la poli y los sanitarios la han subido a pulso a la camilla, sin darle un calmante o inmovilizarla, así que el daño que le han hecho ha debido ser impresionante, cómo lloraba la pobre. Al menos espero que la poli haya tomado nota de la leche que se ha dado por culpa del mantenimiento nefasto de la ciudad y la pobre señora denuncie